La Sombra del Engaño
La Negación y el refugio falso que se desmorona lentamente al primer rayo de verdad Dedicado a las víctimas del abuso psicopático narcisista.
En los recovecos de la mente humana, donde la lógica se desvanece y el corazón teme, habita un rincón oscuro llamado NEGACIÓN. Como un manto nocturno, envuelve a las almas perdidas bajo el hechizo de un falso maestro, un espíritu vil que danza en el filo de la hipocresía y la mentira.
Bajo el ocaso de la razón, el abusador teje sus redes de engaño, donde la sombra y la luz se entrelazan en un vals macabro. La luna muestra como el abusador continúa en esa danza de engaño y promiscuidad, moviéndose entre las almas con la misma destreza que una serpiente en la hierba. Susurros de promesas falsas, caricias de palabras vacías, todo diseñado para tejer una red de ilusiones y atrapar a los incautos. Su encanto es una trampa dorada, su carisma un veneno dulce que adormece las defensas y nubla la razón. Aquellos que caen bajo su hechizo, creen estar despiertos pero los mantiene muy dormidos, sienten el cálido abrazo de una ilusión protectora, temiendo el abismo de la soledad. Es un miedo primigenio, como el de un niño que teme perder el amparo de su hogar, quedando huérfano en un mundo frío e implacable, una jaula dorada, néctar envenenado de una flor mortífera del jardín del falso encuentro en el cuarto de los espejos sucios, silenciando las voces que claman justicia al universo, un refugio falso que se desmorona lentamente al primer rayo de verdad que aunque dolorosa, es la llave que abre las puertas de la libertad, desvaneciendo el hechizo del miedo y revelando la auténtica luz del ser.
La Luz de la Verdad que penetra los velos de la mentira.
Para aquellos que despiertan de su letargo, la verdad no es una mera revelación, sino una metamorfosis, donde el espíritu se sacude los grilletes de la opresión y alza el vuelo hacia horizontes de claridad y autenticidad… y se escucha una voz muy dulce desde un rincón: Tenían alas pero no podían verlas… al escucharla, yo sonrío.
Este real despertar puede ser brusco, un rayo de luz que hiere antes de sanar, pero es en esta herida donde reside la verdadera curación, de pronto ilumina las sendas de mi memoria, revelando los senderos recorridos y los errores cometidos. En su resplandor, he sido manipulada y redescubrí mi propio poder, reconociendo la fortaleza que siempre ha latido en mi corazón.
La verdad ahora es un espejo limpio, libre de las distorsiones impuestas por el abusador narcisista y en este enfrentamiento ante la realidad es donde la sanación continúa, no existen los consuelos fáciles ni soluciones rápidas; es un proceso arduo de reconstrucción y reivindicación, muchos lazos se deshacen.
Reconocer la verdad exige de corazones valientes y mentes despiertas, dispuestas a enfrentar la incomodidad y la incertidumbre. La verdad no es un tesoro que debe guardarse celosamente, sino una luz que debe compartirse, dispersando las tinieblas que permiten que la sombra con sed de reconocimiento prospere.
Aquellos que conocen la verdad, que han visto tras el velo del engaño, se enfrentan a la desesperanza como lanzar un mensaje en una botella al océano vasto, esperando contra toda esperanza que llegue a una orilla receptiva. Pero el mar de la indiferencia y la desinformación es implacable, tragándose las voces de los que claman justicia. Heridas abiertas que supuran desesperación, una carga que se lleva en el alma, es una traición a la justicia misma.
Pero incluso en la oscuridad más profunda de un eclipse, la esperanza es una llama que se niega a extinguirse y el mensaje de la botella llegará con la verdad bajo la danza de los astros. Todo su goce se desmorona, su placer se vuelve… flácido, el anclaje de sus máscaras se desgasta, su mirada se nubla y tiene prohibido mencionar los nombres puros.
Recordé quien soy y no existen druidas en esta historia.
La resiliencia del espíritu humano es una fuerza indomable. Aquellos que han sufrido bajo el yugo no son simplemente víctimas; son enlazadores y guerreros de la verdad. Con cada paso que dan, con cada palabra que pronuncian al Yo Soy, desafían la oscuridad y reivindican su dignidad. La verdad, aunque a veces parezca eclipsada, nunca se pierde por completo, se prepara para renacer en la verdadera sanación, la compasión toma su tiempo dulce y nunca se construyen sobre el sufrimiento de otros.
Las almas radiantes y generosas irradian amor por la vida de tal manera que aunque ahora parezcan estar de rodillas, se están arraigando a la confianza, sus ojos aunque empañados en lágrimas, brillan con determinación, nunca sucumben a la maldad a causa del dolor, disfrutan el aroma de la vida sin cámaras ni demostraciones masivas, ESCUCHAN EL IDIOMA DE LA EXISTENCIA, siendo los guardianes que sostienen la llama de la esperanza porque siempre reconocen con honor la luz de donde han surgido.
Yo confío y abrazo siempre ser una mejor persona.
Dedicado a las víctimas del narcisismo psicopático oculto que puede estar en todas partes.
Soy hija, madre y hermana del suspiro espiritual.